1. Entienden el poder de los “ojitos de cachorro”
Según un estudio de 2017, los perros levantan las cejas y hacen otras expresiones faciales emotivas cuando saben que los humanos están mirando.
2. Lamen por diversas razones
Los cachorros lamen a sus madres o a sus humanos como muestra de afecto o para avisar que tienen hambre. Al crecer, lamer se convierte en un signo de sumisión. Si tu perro te lame trata de hacerte saber que quiere comida o atención.
3. Lamer los relaja
Si tu perro te lame con pasión la cara, lo hace más por él que por ti. Al hacerlo libera endorfinas que calman su estrés.
4. Como niños de 2 años
Los perros son tan inteligentes como un niño de dos años, según una investigación realizada por psicólogos animales. De hecho, pueden entender aproximadamente 250 palabras y gestos.
5. Nariz húmeda
Es un error pensar que la nariz húmeda de tu perro es sinónimo de buena salud. Es sinónimo de buena capacidad refrescante: los perros no sudan como los humanos, por lo que jadean y dejan escapar calor adicional por la nariz. Una glándula especial en la nariz produce un líquido claro que les ayuda a enfriarse más rápido.
6. Saben cómo te sientes
Un estudio de 2016 encontró que los canes pueden leer y responder a las emociones de los rostros humanos, incluso cuando los ven en fotografías.
7. En efecto, son celosos
Quien tiene perros sabe que pueden molestarse cuando su humano juega o apapacha a otro animalito. Un estudio de 2014 confirmó que se molestan un poco cuando comienzas a acariciar a otros perros.
8. Súper obedientes
Los perros guía están tan bien entrenados que van al baño sólo cuando se les ordena. Su humano suele tener un lugar y frase específicos para que el sabueso sepa cuándo y dónde “hacer”.
9. Chiquitines
Algunos perros pueden tener enanismo pituitario, al igual que los humanos. Como resultado, son como cachorros para siempre, mantienen su pelaje de cachorro y se mantienen pequeños en estatura. Si bien puede parecer algo adorable, es una condición que conlleva muchos problemas de salud.
10. Su boca nunca está limpia
Se cree que la boca de un perro siempre está limpia. Pero todo lo contrario: está llena de bacterias. Afortunadamente, muchos de esos gérmenes son específicos de la especie, por lo que no hay de qué preocuparse cuando tu cachorro te da un beso. Tener sus vacunas al día reducirá a cero los riesgos.
